La principal diferencia entre los anzuelos desplazados y los normales es la presencia de una curva en forma de Z, que garantiza una sujeción estable del cebo de silicona. Este último se fija de forma segura, no se desliza y juega eficazmente en el agua.
Además, los "desplazamientos" permiten fijar el cebo de tal manera que la punta del anzuelo quede oculta en un hueco especial o incluso en el cuerpo de la "silicona", lo que posteriormente da como resultado un "no enganche". Los cebos de “cola” blanda, como los tornados o las vibrocolas, se sujetan perfectamente a los anzuelos desplazados e imitan a los peces, atrayendo la atención de los depredadores hambrientos.